Pasan las cinco de un invierno más parecido que nunca al verano tucumano. En el último piso del Gimnasio Zeus se prenden los ventiladores. ¡Qué calor! Pero Paulina Gasca Della Pace es inmune al fuego que emanan las colchonetas del suelo. Ella elige la barra y le da para adelante. Así chiquita como es, se luce con una fuerza de brazos sorprendente y una sonrisa que no se borra porque lo que hace le encanta. Atrás su hermanita Lourdes, aún más rubia y pequeñita, le sigue los pasos. Así esperan al resto del grupo que como todas las semanas, entrenará bajos las indicaciones de la profe Marta Manfredo.

Marta iba arrancar por el gran Torneo Nacional que sus chicas hicieron a principio de mes en La Rioja (Ver "Campeonas"). Pero la pregunta se vuelve obvia cuando en fila siguen llegando las nenas a entrenar. Son muchas y el espacio no sobra. El amor a la gimnasia artística y el esfuerzo personal están. Falta estructura. "Lo ideal sería tener un predio en Tucumán donde se pueda practicar todo tipo de deportes nacionales. Vemos que hay provincias que en la parte edilicia avanzaron mucho más. Y Tucumán está quedado. No podemos organizar un torneo nacional. Es lo que le pasa a la gente del Judo, del Karate, a todos. No tenés tribunas ni aparatos". La también presidenta de la Federación Tucumana de Gimnasia recuerda al polideportivo Delmi de Salta, los nuevos predios de Santiago del Estero y hasta en La Rioja. "Y Tucumán, que tiene el material humano para dar, le falta todo lo otro...". El eterno dilema.

Falta política deportiva
A esta altura ellas ya son testigo de la charla. No dicen nada pero están inquietas. Una se anima. "¿¡Que hacemos!?", vocifera. "¡Chicas ahora, hagan lo que quieran!", responde la profe... "Bueno, yo me voy a la barra". "Y yo allá...". Son puras ganas las chicas

"Cuesta sacar talentos porque el período de preparación de la gimnasta es de 10 años", cuenta Marta un detalle importante directamente relacionado a la falta de espacio para el deporte que promueve. "Es mucha diferencia de idiosincrasia, de estructura. En otras provincias tenés fosas de caída donde los chico, pueden aprender ejercicios dificultosos, nuevos y tienen todas las comodidades", dice.

Manfredo compara y dice que en la gimnasia artística tucumana todo es manual. "A todo lo levantamos nosotros y tenemos que tener el doble de cuidado porque, sino, se termina rompiendo la gimnasta", cuenta quien además de entrenadora hace de mamá, psicóloga, doctora, nutricionista... "¡De todo! ja ja". Es que un equipo interdisciplinario es otra falta que se siente a la hora de manejar las diferentes áreas. "Entonces uno tiene que empezar a leer y tratar de estudiar para ayudarlas", dice.

A la profe no le interesa hacer política, pero como ejemplo de buenos proyectos tiene que tomar al lejano Brasil. "Es impresionante lo que mejoró en su política deportiva. Ahí no importa el gobierno que asuma, siempre mantiene el mismo proyecto. Allá estudian el plan de entrenamiento, mientras que acá el que sube se fija en lo que le interesa", afirma.

En las condiciones que sea, el trabajo no para. Lo que cuesta vale doble, por eso las satisfacciones son comunes, a pesar de las limitaciones. "Uno, a pulmón y sin apoyo de nadie, logra algún mérito", confía Marta, que tiene algo muy claro: estaría bueno un apoyo serio, y sincero.